El
perfil “buzo”
El
escritor con este perfil experimenta la necesidad de escribir de
forma inmediata y por ello se zambulle rápidamente en el proceso de
redacción o textualización. No le resulta difícil llenar páginas
y páginas y a menudo escribe mucho sin pensar en apartados o
estructuras. La metáfora del buceo indica las dificultades para
obtener una visión del conjunto, para lograr una correcta visión
del paisaje, dado que uno se encuentra inmerso en él. Los problemas
empiezan cuando ya ha conseguido una elevada producción o cuando se
van agotando sus ideas. Entonces se enfrenta a la tarea de organizar
lo escrito, de imponer al texto producido una estructura.
Muchos
de los escritores que responden a este perfil tienen ideas, creencias
y concepciones que priman de manera irreflexiva su forma de actuar
habitual. Creen, por ejemplo, que la primera versión muchas veces es
la mejor o debería serlo y que cuantas más vueltas le dan a una
idea, peor es el resultado final. Piensan también que ante las
dificultades es mejor volver a empezar de cero que revisar las
versiones anteriores.
Aquí
se te dan algunos consejos, si te identificas con este perfil, para
un mejor desempeño:
Antes de comenzar a redactar tu
escrito realiza un plan general con diversos puntos que consideres
sean importantes.
Define la clase de lector a la
que vas a dirigir tu escrito.
Recuerda que es importante tener
presente la escritura y las reglas gramaticales, así como la
redacción de tu texto.
El
perfil helicóptero
Se
trata de una escritura extensiva que busca dominar el panorama
general en primer lugar. La metáfora del helicóptero señala que el
escritor debe poseer una información de la imagen general del texto,
de sus límites y su estructura, aunque todavía no disponga de los
detalles de cada uno de sus apartados.
El
escritor que se identifica con esta forma de proceder experimenta la
imposibilidad de escribir si no tiene una clara perspectiva de la
información que va a contener su escrito y de la forma en que va a
organizarlo, así como de sus objetivos y el tipo de texto que quiere
conseguir.
Lógicamente,
esta exigencia antes de empezar a escribir suele provocar la tan
conocida “ansiedad ante la página en blanco”: el escritor se
sienta a trabajar pero es incapaz de empezar porque todavía no tiene
claro cómo debe hacerlo. Pasan las horas y la angustia aumenta, con
lo que las tentaciones de abandono o los intentos abortados en
minutos son elevados.
Aquí
se te proporcionan algunos consejos si te identificas con este
perfil, para un mejor desempeño:
Ante esta problemática por no
poder conseguir una planeación a detalle antes de escribir un texto
complejo es mejor pedir ayuda.
Es necesario que tengas presente
que los cambios se van dando conforme avanzas en tu escrito.
Es preciso mencionar que debes
estar en completa calma para que puedas comenzar a escribir tu texto.
Si te cuesta mucho ponerte en el
lugar del lector, leer en voz alta suele ser un excelente recurso
para distanciarse del propio texto.
El
perfil puzzle
En
este caso, se trata de un escritor que actúa como si estuviera
completando un puzzle o realizando un juego en el que hay que encajar
diversas piezas hasta lograr una figura final con sentido y
significado. El escritor que escribe según este perfil dispone de
diferentes archivos en los que ha ido guardando porciones o piezas de
información que, llegado el momento, sirven para ir completando un
nuevo texto mediante el conocido recurso que ofrecen los procesadores
de texto de “cortar” y “pegar”.
La
principal tarea del escritor consiste en decidir qué información es
adecuada y cuál resulta irrelevante; cuáles son las relaciones
entre estas piezas de información y, por ello, cuáles deberían ser
lo nexos y conectores entre los diferentes párrafos para que sean
evidentes estas relaciones.
Los
escritores que se caracterizan por este tipo de actuación con
frecuencia sienten ansiedad cuando, después de que han recuperado
diferentes porciones y archivos que pueden ser utilizados en sus
textos, deben decidir cómo ajustarlos a los particulares objetivos
de una determinada situación de comunicación y, por lo tanto, saber
en qué sentido deben modificarlos o eliminarlos, cuáles deben ser
empleados y cuáles resultan irrelevantes o de segundo orden.
Algunos
consejos, si te identificas con este perfil, para un mejor desempeño:
Es fundamental que antes de
empezar a recabar la información que quieres incluir en tu escrito
tengas claro cuál es el objetivo con el que estás escribiendo, a
quién va dirigido y cuáles son las características del contexto
que vas a implementar.
Realiza algunos lineamientos
generales sobre la estructura que quieres darle a tu escrito para que
a partir de esto, puedas comenzar a “armar el puzzle o
rompecabezas”.
Si tienes claro qué es lo que
quieres (cuál es la figura que estás armando) será mucho más
fácil saber cuáles son las piezas que te sirven y cuáles no.
El
perfil caos
Este
perfil se caracteriza por la ausencia de regularidades en la forma de
abordar el proceso de composición escrita. En determinadas ocasiones
se escribe de inmediato, pero en otras resulta muy difícil empezar a
llenar la página en blanco.
Consejos
para mejorar tu escritura si te identificas con el perfil caos:
Es necesario saber el tema que
va a desarrollar, contar una planeación, y metodología para
trabajar el texto.
Tener orden de ideas.
Es importante que el escritor se
concentre en el trabajo que va a realizar, tener fuentes de consulta
adecuadas para obtener la información que requiere.
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