domingo, 22 de noviembre de 2015

Los perfiles del escritor

El perfil “buzo”

El escritor con este perfil experimenta la necesidad de escribir de forma inmediata y por ello se zambulle rápidamente en el proceso de redacción o textualización. No le resulta difícil llenar páginas y páginas y a menudo escribe mucho sin pensar en apartados o estructuras. La metáfora del buceo indica las dificultades para obtener una visión del conjunto, para lograr una correcta visión del paisaje, dado que uno se encuentra inmerso en él. Los problemas empiezan cuando ya ha conseguido una elevada producción o cuando se van agotando sus ideas. Entonces se enfrenta a la tarea de organizar lo escrito, de imponer al texto producido una estructura.

Muchos de los escritores que responden a este perfil tienen ideas, creencias y concepciones que priman de manera irreflexiva su forma de actuar habitual. Creen, por ejemplo, que la primera versión muchas veces es la mejor o debería serlo y que cuantas más vueltas le dan a una idea, peor es el resultado final. Piensan también que ante las dificultades es mejor volver a empezar de cero que revisar las versiones anteriores.

Aquí se te dan algunos consejos, si te identificas con este perfil, para un mejor desempeño:

Antes de comenzar a redactar tu escrito realiza un plan general con diversos puntos que consideres sean importantes.
Define la clase de lector a la que vas a dirigir tu escrito.
Recuerda que es importante tener presente la escritura y las reglas gramaticales, así como la redacción de tu texto.



El perfil helicóptero

Se trata de una escritura extensiva que busca dominar el panorama general en primer lugar. La metáfora del helicóptero señala que el escritor debe poseer una información de la imagen general del texto, de sus límites y su estructura, aunque todavía no disponga de los detalles de cada uno de sus apartados.

El escritor que se identifica con esta forma de proceder experimenta la imposibilidad de escribir si no tiene una clara perspectiva de la información que va a contener su escrito y de la forma en que va a organizarlo, así como de sus objetivos y el tipo de texto que quiere conseguir.

Lógicamente, esta exigencia antes de empezar a escribir suele provocar la tan conocida “ansiedad ante la página en blanco”: el escritor se sienta a trabajar pero es incapaz de empezar porque todavía no tiene claro cómo debe hacerlo. Pasan las horas y la angustia aumenta, con lo que las tentaciones de abandono o los intentos abortados en minutos son elevados.

Aquí se te proporcionan algunos consejos si te identificas con este perfil, para un mejor desempeño:

Ante esta problemática por no poder conseguir una planeación a detalle antes de escribir un texto complejo es mejor pedir ayuda.
Es necesario que tengas presente que los cambios se van dando conforme avanzas en tu escrito.
Es preciso mencionar que debes estar en completa calma para que puedas comenzar a escribir tu texto.
Si te cuesta mucho ponerte en el lugar del lector, leer en voz alta suele ser un excelente recurso para distanciarse del propio texto.



El perfil puzzle

En este caso, se trata de un escritor que actúa como si estuviera completando un puzzle o realizando un juego en el que hay que encajar diversas piezas hasta lograr una figura final con sentido y significado. El escritor que escribe según este perfil dispone de diferentes archivos en los que ha ido guardando porciones o piezas de información que, llegado el momento, sirven para ir completando un nuevo texto mediante el conocido recurso que ofrecen los procesadores de texto de “cortar” y “pegar”.

La principal tarea del escritor consiste en decidir qué información es adecuada y cuál resulta irrelevante; cuáles son las relaciones entre estas piezas de información y, por ello, cuáles deberían ser lo nexos y conectores entre los diferentes párrafos para que sean evidentes estas relaciones.

Los escritores que se caracterizan por este tipo de actuación con frecuencia sienten ansiedad cuando, después de que han recuperado diferentes porciones y archivos que pueden ser utilizados en sus textos, deben decidir cómo ajustarlos a los particulares objetivos de una determinada situación de comunicación y, por lo tanto, saber en qué sentido deben modificarlos o eliminarlos, cuáles deben ser empleados y cuáles resultan irrelevantes o de segundo orden.

Algunos consejos, si te identificas con este perfil, para un mejor desempeño:

Es fundamental que antes de empezar a recabar la información que quieres incluir en tu escrito tengas claro cuál es el objetivo con el que estás escribiendo, a quién va dirigido y cuáles son las características del contexto que vas a implementar.
Realiza algunos lineamientos generales sobre la estructura que quieres darle a tu escrito para que a partir de esto, puedas comenzar a “armar el puzzle o rompecabezas”.
Si tienes claro qué es lo que quieres (cuál es la figura que estás armando) será mucho más fácil saber cuáles son las piezas que te sirven y cuáles no.



El perfil caos

Este perfil se caracteriza por la ausencia de regularidades en la forma de abordar el proceso de composición escrita. En determinadas ocasiones se escribe de inmediato, pero en otras resulta muy difícil empezar a llenar la página en blanco.

Consejos para mejorar tu escritura si te identificas con el perfil caos:

Es necesario saber el tema que va a desarrollar, contar una planeación, y metodología para trabajar el texto.
Tener orden de ideas.

Es importante que el escritor se concentre en el trabajo que va a realizar, tener fuentes de consulta adecuadas para obtener la información que requiere.

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