martes, 24 de noviembre de 2015

Estrategias de elaboración de textos académicos

La escritura

La composición del texto académico, como ya se ha comentado, es un proceso que, independientemente del punto de partida o los motivos de la escritura, tiene un mismo final: comunicar información. En este apartado se abordarán algunas acciones generales dentro del proceso de elaboración. Una vez que las revises, se te sugiere hacer un esbozo de tu “ruta de elaboración”, la cual te permita ubicar tu punto de partida, como será tu progreso y dónde tu aterrizaje.

El proceso de escritura consiste en una serie de pasos que te permiten elaborar un texto. La escritura no es perfecta al primer intento, lo normal es comenzar con una idea, comenzar a escribir e ir ajustando las ideas, revisando y reescribiendo hasta llegar a la versión final.
Los escritores se mueven adelante y atrás durante todo el proceso de escritura. Muchos de ellos llevan a cabo los siguientes pasos:


  1. Contextualizar y planificar: En esta fase del proceso es importante llevar a cabo diversas acciones que te permitan primero, entender qué es lo que vas a escribir, cuál es el propósito, hacia quién va dirigido y como conseguirás la información. Para esto es importante reflexionar sobre las siguientes cuestiones:
  • Propósito de la escritura: ¿Cuál es la razón para escribir? Algunas veces existe más de una razón para hacerlo, éstas deben reconocerse y tenerse en cuenta durante el proceso de escritura.
  • Audiencia: Es muy importante saber quién es la audiencia y adaptarse a ella, pues de ello depende que el escrito pueda entenderse.
  • Tema: Es importante pensar en la audiencia y lo que puede interesarle, en otras ocasiones deberás desarrollar el tema que se te asigne como requisito de alguna materia en particular.
  • Búsqueda, Investigación: ¿Qué sabes sobre el tema? ¿Qué te falta saber? En esta fase debes buscar o investigar hasta que cuentes con la información necesaria, aunque no todos los temas requieren de una investigación previa.
  1. Organizar la información: Al realizar la investigación ya cuentas con suficiente información para escribir sobre el tema. Sin embargo, es importante que antes de lanzarte a la aventura, pongas en orden el caos de información que tienes. Para esto puedes emplear alguna clasificación que te permita ordenar la información, ya sea por fecha de publicación, por autores o por áreas de conocimiento.
  2. Producción del texto, hacia el primer borrador: Para iniciar con el primer intento del escrito, puedes emplear un esquema que te permita establecer los puntos que debes desarrollar en el escrito. En este momento no es importante preocuparte por la letra, ortografía o la palabra correcta, lo importante es dejar fluir tus ideas.
  3. Revisar: Las revisiones tienen por objeto mirar nuevamente lo que ya has escrito para mejorarlo. En este paso, analizarás el contenido, corregirás los errores, y suprimirás lo que no es apropiado. Incluso reorganizarás y acomodarás algunas partes (cambio de párrafos) para que el significado sea más claro o más interesante.
  4. Reelaborar y aterrizar el texto final: La elaboración de una prueba satisfactoria se produce generalmente tras varias revisiones. En la corrección final verificarás lo siguiente (Barresta, 2008):
  • Ortografía, mayúsculas y puntuación
  • Oraciones: variedad.
  • Que no haya repeticiones.
  • Errores en el tiempo de los verbos y concordancia en ellos; concordancia entre sustantivos y
  • Si es posible le puedes pedir a un compañero que revise tu trabajo.
  • Después de haber hecho las correcciones finales, haces una copia final limpia y bien presentada.
  1. Comunicar: La copia final limpia y bien presentada, constituye el producto que compartirás con la audiencia. El trabajo puede presentarse

Sobre la redacción científica

Las características de la redacción científica son informar el resultado de una investigación, y la única meta es comunicar eficazmente el resultado. La redacción científica reúne cuatro requisitos o criterios, de acuerdo con Clerici, C. (2013):
  • Dominar el idioma: escribir oraciones completas y coherentes, construir párrafos que lleven lógicamente de un tema al próximo, y usar correctamente las palabras y los signos de puntuación para producir un texto sencillo, claro y fácil de entender.
  • Enfocarse en el trabajo: establecer un plan de trabajo con fechas de inicio y término. Reservar tiempo para escribir y evitar excusas que posterguen la actividad.
  • Dedicarle tiempo a la revisión del texto: dedicar tiempo suficiente a la redacción y corrección del manuscrito. Los textos efectivos no se escriben apresuradamente; son el producto de una escritura y revisión cuidadosa, pausada y constante.
  • Entender y aplicar los principios fundamentales de la redacción científica: escribir con precisión, claridad y brevedad.

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