Criterios
para una lectura académica. ¿Cómo leer?
Las
preguntas que proponen Miras y Solé te sirven para obtener un
panorama general de cualquier texto. Ahora imagina que ya lo has
seleccionado. Justo estas en el encuentro que se estableció desde la
presentación de esta unidad: lector-texto-contexto, y para que
exista una interacción entre estos elementos, es necesaria tu
participación activa, pues el texto y contexto ya están
determinados. En este momento abordarás propuestas de autores que, a
partir nuevamente de preguntas, establecen criterios para leer un
texto académico.
El
primero es Cassany (2009), quien propone una serie de pautas que te
puedes plantear mientras lees para aprender a interpretar cualquier
texto. Estas pautas te ayudarán a recordar que un texto, además de
transmitir información, también es una herramienta que utiliza un
autor para conseguir un propósito.
- ¿Quién es el autor? Puede ser una persona, un grupo de amigos, un equipo de profesionales o toda una institución o un país. Siempre hay “alguien” detrás de un escrito. Conocer al autor permite contextualizar mejor su texto: busca información de él o ella en Internet o en la biblioteca; investiga quién es, dónde trabaja, qué ha publicado antes, cómo ve el mundo, qué piensan de él o ella otras personas que conozcas y que te merezcan confianza.
- ¿Qué pretende? Es la pregunta más importante. Escribir es laborioso y si alguien se ha tomado la molestia de hacerlo es porque pretende algo: convencernos de una propuesta, difundir una idea, criticar a alguien, etc. Pregúntate por qué el autor escribió eso y qué intereses tiene. Averigua qué otros autores existen y cuáles son sus intenciones alternativas: conocer el entramado de autores y propósitos te ayudará a situar cada texto.
- ¿Dónde y cuándo se ha publicado? Fíjate en la editorial, en el periódico o en la web en que se ha publicado el texto; averigua qué otras actividades hacen, en qué ámbitos o sectores de la sociedad se mueven, quién es su dueño. Los textos heredan en parte los valores que tienen los medios en que se publican. Al analizar a los medios podemos entender mejor los textos particulares que han publicado.
- ¿De qué tipo de texto se trata? Nos rodean textos extraordinariamente variados: una ley, una noticia periodística, un rótulo comercial, una prédica religiosa, un artículo científico, una instrucción técnica, etc. Cada texto tiene sus funciones, su estructura y un lenguaje propios, y se usan solo en su contexto. Identifica el tipo de texto o género de que se trata y averigua si respeta sus convenciones más habituales. A veces un autor se aparta de las convenciones establecidas para un género textual y eso es llamativo: ¿por qué lo hace?, ¿qué pretende?
- ¿Qué tipo de información aporta? Los textos aportan datos de naturaleza diversa: una noticia expone hechos empíricos y debe ser objetiva y detallada; una columna de opinión expone un punto de vista y debe ser clara y convincente; una ley y una norma detallan las reglas o los principios que deben seguirse y son precisos y evitan las ambigüedades; un artículo científico describe los resultados que aporta una investigación; un poema o un cuento crean historias y entretienen y emocionan. No confundas los diferentes tipos de información. Pregúntate: ¿hay datos empíricos u opiniones personales?, ¿proceden de la observación periodística, de la investigación científica, de alguna doctrina religiosa o de la imaginación del autor? Evalúa también la calidad de cada tipo de contenido: ¿la noticia es detallada?, ¿la columna de opinión aporta argumentos sólidos?, ¿la ley es clara?, ¿la doctrina está de acuerdo con mis principios?, ¿el cuento es original o emocionante?
- ¿Qué datos se destacan y se minimizan? No todas las posiciones de un texto tienen la misma importancia: sabemos que el título enumera el tema, la idea principal o una referencia relevante; que el primer párrafo y el último son especiales. Los autores hábiles suelen aprovecharse de ello para destacar lo que les interesa en las posiciones relevantes y para minimizar o esconder lo que no les conviene en el resto de posiciones. Entonces: ¿cuáles son las posiciones importantes del texto?, ¿qué ideas quiere destacar el autor?, ¿por qué?
- ¿Qué es lo que se da a entender? Muchos textos comunican ideas y puntos de vista de manera implícita, con presuposiciones, ambigüedades o dobles sentidos; a menudo estas ideas son tan importantes como el resto o incluso más. Analiza los implícitos que hay en el texto: ¿qué puntos son ambiguos?, ¿qué cosas se dan a entender?, ¿qué importancia tienen?
- ¿A quién se cita y a quién no? Ningún texto está solo. Cada escrito se conecta con otros: toma ideas de textos precedentes; utiliza palabras de otros autores; argumenta en contra de otras opiniones. Lo hace de manera explícita, denominando al autor y poniendo entre comillas sus palabras, o de manera implícita, copiando o parodiando las ideas y las palabras sin destacarlos. Esas citas ejercen varias funciones: otorgan autoridad al texto, lo relacionan con una corriente de pensamiento, critican una opinión o incluso ironizan o satirizan algo. Conviene tener presente que las palabras citadas no siempre tienen el mismo significado que tenían en el texto original. Lee atentamente el texto e identifica las ideas y las palabras procedentes de otros escritos y autores: ¿son explícitos o implícitos?, ¿qué función desempeñan?
- ¿Qué palabras utiliza el texto? El autor ha elegido unas palabras y ha descartado otras y eso puede darnos pistas, porque las palabras cargan con las connotaciones del día a día. Fíjate en las diferencias que hay al escribir los alumnos o los alumnos y las alumnas o el alumnado; tampoco es lo mismo leer las mujeres de la limpieza o el personal de limpieza, moros o árabes, negro o africano; tampoco dice exactamente lo mismo referirse a las islas Maldivas o a las Falkland o al descubrimiento de América y la invasión europea. Fíjate en las palabras que usa el texto: ¿cuáles te sorprenden?, ¿por qué?, ¿qué palabras usarías tú para decir lo mismo?
- ¿Cuál es tu opinión? No confundas comprender un texto con estar de acuerdo con el contenido, con lo que dice. Muchos textos que podemos entender bien pueden expresar ideas opuestas a las nuestras, pueden utilizar un lenguaje que nos disguste o incluso despertar sensaciones desagradables. Por ello, es importante que tengas claras tus propias ideas y sensaciones y que las contrastes con las del texto: ¿te gusta o no?, ¿estás de acuerdo?, ¿en qué puntos discrepas?, ¿cómo lo explicarías tú?
Fernando
Leal Carretero (2003) sostiene que todo texto científico (sea un
libro completo, un capítulo o un artículo de investigación) es una
larga sucesión de preguntas, de procedimientos para resolverlas, y
de conclusiones; él propone plantear tres grupos de preguntas a esta
clase de textos.
- Objetivos del texto
¿Qué es lo que el documento contiene?
¿Qué se plantea por objetivo?Se puede revisar la estructura formal del texto y leer muy atentamente los primeros párrafos, pues suelen contener un outline o esbozo de la clase de argumentos que se van a desarrollar a continuación.
- Base analítica¿Cuáles son las preguntas que se intenta responder con este texto?
¿Cuáles son las hipótesis que sostienen la argumentación?
¿Qué es lo que el autor quiere decir o explicar?Estas preguntas buscan resaltar la base analítica del texto. Aquí es importante hacer un ejercicio de lectura reconstructiva, de buscar detrás de los argumentos iniciales esas ideas que sugieren la existencia de preguntas e hipótesis y hacerlas explícitas. Hacerlo es importante, sobre todo cuando estás haciendo una revisión del estado de la cuestión, porque te permite identificar tendencias argumentativas en los temas que te interesan.
- Evaluación
¿La estructura del documento es la adecuada?
¿Alcanza sus objetivos?
¿Cómo lo hace/hizo?
¿A qué conclusiones llega?Es aquí donde está la base de toda buena crítica a cualquier documento. Sabiendo los objetivos del autor y las preguntas que tiene, lo que resta es saber si logró cumplir con lo planteado y responderse lo preguntado. En el proceso de saberlo, es necesario reparar en los procedimientos utilizados por el autor para hacerlo. Si ya analizaste toda la base analítica, lo que esperarías es que ésta se respetara. Ahí reside la evaluación crítica al texto.
Sanmartí (2010) aborda un tipo de cuestionario. El propósito de este cuestionario, es identificar las principales afirmaciones del discurso y los intereses que mueven al autor a construir el punto de vista que adopta;que se valore la solidez, fiabilidad y validez de las pruebas y argumentos aportados; y que se detecten incoherencias, imprecisiones, errores o contradicciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario