lunes, 23 de noviembre de 2015

Deshilando el texto académico 2

¿Qué es el discurso?

Cuando se habla de discurso, muchos son los términos que vienen a la mente: exposición, debate, consejo, diálogo, monólogo, mitin, etc. Más allá de leer un texto frente a una gran audiencia, es necesario comprender las bases de lo que se desea exponer, distinguir su esencia e intención; es saber cómo está estructurado el escrito y cuáles son las ideas, creencia y pensamientos que lo componen.

Hay dos aspectos relacionados con la naturaleza humana que ayudan a entender qué cosa es esa del discurso: las personas somos seres sociales y lingüísticos. Para entendernos como personas, necesitamos tener en cuenta que nacemos y nos hacemos en sociedad, de la que tomamos conocimientos, pensamientos, formas de estructurar lo que nos rodea, hábitos, moral, cultura... y lenguaje. Éste no es un compartimiento estanco, sino que está confundido con todo lo demás. El lenguaje (de las palabras, de los gestos, de los símbolos más diversos...) estructura el pensamiento, permite la comunicación, otorga significado a lo que ocurre... y también absorbe cuanto ocurre, mutando continuamente. Las personas hemos nacido y nos comportamos en este entorno complejo y simbólico (Manzano, V., 2005)

El análisis del discurso es, por necesidad, análisis de la lengua en su uso, como tal, no puede limitarse a la descripción de formas lingüísticas con independencia de los propósitos y las funciones a las cuales están destinadas esas formas” (Brown, G. Y Yule, G., 1983, citados por Íñiguez, L., 2006).




Lenguaje académico

Es así que el discurso académico propone comunicar un descubrimiento científico y debe convencer sobre la legitimidad e importancia científica de ese hallazgo (Ramírez Gelbes, 2007). Las funciones del texto académico son producir y difundir el conocimiento científico, precisamente por su inscripción en una esfera de la actividad humana que se desarrolla en ámbitos particulares, tales como universidades, institutos de investigación científica y academias. Por esta razón, las principales tramas textuales son la expositiva y la argumentativa, en las que profundizaremos en la tercera unidad.

El lenguaje académico tiene un conjunto de rasgos comunes de vocabulario, sintaxis y gramática que configuran un estilo propio cuyas cualidades principales son la precisión, la concisión, la claridad y una tendencia a la neutralidad e impersonalidad.

Por tanto, los elementos discursivos que abordaremos a continuación tienen que ver con estas cualidades:

Objetividad - argumentaciónintertextualidad



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