¿Qué
es el discurso?
Cuando
se habla de discurso, muchos son los términos que vienen a la mente:
exposición, debate, consejo, diálogo, monólogo, mitin, etc. Más
allá de leer un texto frente a una gran audiencia, es necesario
comprender las bases de lo que se desea exponer, distinguir su
esencia e intención; es saber cómo está estructurado el escrito y
cuáles son las ideas, creencia y pensamientos que lo componen.
Hay
dos aspectos relacionados con la naturaleza humana que ayudan a
entender qué cosa es esa del discurso: las personas somos seres
sociales y lingüísticos. Para entendernos como personas,
necesitamos tener en cuenta que nacemos y nos hacemos en sociedad, de
la que tomamos conocimientos, pensamientos, formas de estructurar lo
que nos rodea, hábitos, moral, cultura... y lenguaje. Éste no es un
compartimiento estanco, sino que está confundido con todo lo demás.
El lenguaje (de las palabras, de los gestos, de los símbolos más
diversos...) estructura el pensamiento, permite la comunicación,
otorga significado a lo que ocurre... y también absorbe cuanto
ocurre, mutando continuamente. Las personas hemos nacido y nos
comportamos en este entorno complejo y simbólico (Manzano, V., 2005)
“El
análisis del discurso es, por necesidad, análisis de la lengua en
su uso, como tal, no puede limitarse a la descripción de formas
lingüísticas con independencia de los propósitos y las funciones a
las cuales están destinadas esas formas” (Brown, G. Y Yule, G.,
1983, citados por Íñiguez, L., 2006).
Lenguaje
académico
Es
así que el discurso académico propone comunicar un descubrimiento
científico y debe convencer sobre la legitimidad e importancia
científica de ese hallazgo (Ramírez Gelbes, 2007). Las funciones
del texto académico son producir y difundir el conocimiento
científico, precisamente por su inscripción en una esfera de la
actividad humana que se desarrolla en ámbitos particulares, tales
como universidades, institutos de investigación científica y
academias. Por esta razón, las principales tramas textuales son la
expositiva y la argumentativa, en las que profundizaremos en la
tercera unidad.
El
lenguaje académico tiene un conjunto de rasgos comunes de
vocabulario, sintaxis y gramática que configuran un estilo propio
cuyas cualidades principales son la precisión, la concisión, la
claridad y una tendencia a la neutralidad e impersonalidad.
Por
tanto, los elementos discursivos que abordaremos a continuación
tienen que ver con estas cualidades:
Objetividad
-
argumentación –
intertextualidad
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